Oasis natural en la jungla de asfalto
Un paseo a lo largo de la High Line es una excelente manera de conseguir una buena impresión del barrio. Esta antigua línea de ferrocarril elevada une Chelsea y el Meatpacking District y se ha convertido en un bello parque. La High Line, de casi 2 kilómetros, es literalmente un pequeño oasis en la jungla urbana que es Nueva York. Cuando hace buen tiempo, verá muchos neoyorquinos tomando el sol en tumbonas o disfrutando de un pretzel o un café en una de las cafeterías, mientras abajo el tráfico sigue zumbando. Hay varias escaleras para bajar a la calle, pero recomendamos salir por la West 20th Street. En la siguiente manzana, West 21st Street, se encuentra la galería de Paula Cooper, un nombre importante en el círculo artístico, y una de las primeras en mudarse de SoHo a Chelsea. En la galería de Paula se exhiben obras de varios artistas de alto nivel.
Fotografías y arte conceptuales
La mayoría de las galerías están ubicadas entre West 18th Street, West 24th Street, 10th Avenue y la 11th Avenue. En la West 24th Street encontrará la 303 Gallery, con interesantes exposiciones de fotografía e instalaciones. En la misma calle se encuentra la Gladstone Gallery, un espacio lleno de arte conceptual y filosófico. Descanse de toda esta creatividad vanguardista en la librería Printed Matter, en la esquina de 10th Avenue y West 23rd Street para husmear entre miles de libros de arte.
Chelsea Market
Chelsea Market es el mejor lugar para desayunar o comprar comida para llevar. Este mercado antes pertenecía a la National Biscuit Company, el inventor de las famosas galletas Oreo. Actualmente alberga una gran variedad de tiendas y puestos de catering: desde las perfectas cupcakes hasta pan orgánico, desde sushi exclusivo hasta sopa casera. Lo que está claro es que es imposible irse con hambre. El propio edificio industrial también merece una visita.